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¿Qué necesitas para participar en F-Class?

¿Qué necesitas para participar en F-Class?

¿Qué es lo básico que necesitas para competir o participar en un evento F-Class?

Licencia de Armas: Concretamente de arma rayada, es decir de rifle que es la «D». Para conseguir esta licencia tenéis que ir a vuestra intervención de armas de la Guardia Civil y donde os darán los papeles necesarios y materia para un fácil examen que hay que pasar.

Licencia Federativa: No hay que hacer examen, solo pagar la tasa anual como federado. Esto te permite hacer uso de las instalaciones de tiro del lugar en el que estés federado, un seguro, y te autoriza a competir. Si perteneces a una comunidad puedes federarte en otra comunidad, no tienes por que ser de la misma. Esto se hace por el precio que cobra cada federación.

Un Rifle: De serie o Custom, dependiendo del calibre participaras en F-CLASS TR u OPEN. Si vas a empezar un rifle de serie es buena opción, si ya lo tienes mejor, algunos rifles de serie utilizados son:

Remintong VSSF II, Tikka T3 Super Varmit, Unique Alpine, Sako, Remintong Police… luego existe la posibilidad de hacerse uno custom o customizar uno de serie. En la sección de «El Gatillazo» en esta pagina hay entrevistas de los mejores tiradores de España que nos dicen que rifles custom utilizan. Montando cada parte de un fabricante, Culata, Disparador, Acción y Rifle.

Accesorios para el rifle: Un visor, un Bipode para F-Class TR o Torreta para OPEN

Conocer el reglamento de F-Class.

YA PUEDES PARTICIPAR.

El tramite mas largo es la Licencia de Armas D, es un tramite administrativo que te permitirá tener armas para caza o para competir y que requiere de un fácil examen.

Para tener un rifle te informaran de la necesidad de tener un armero. Estas dos cosas, una por tiempo y otra porque no te la esperas son las que pueden hacerte dudar. Pero no olvides que somos millones en España con licencia de Armas D y armero, así que no es imposible y es algo que vale para toda la vida.

No olvides que la F-CLASS ya es un mundo y si verdaderamente quieres competir tendrás que ponerte a la altura. Aprenderás que rifle es el mas adecuado, que bípode o torreta necesitas, que apoyo trasero, aprenderás a hacerte tu munición para que sea mas precisa que la comercial. Aprenderás muchas cosas que la gente te enseñara.

Cualquier duda. CONSULTANOS

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El Latón y las Vainas – Parte 2

El Latón y las Vainas – Parte 2

En el articulo “ EL LATON Y LAS VAINAS” abordábamos las particularidades del recocido del latón de nuestras Vainas a nivel de Grano y estructura, conocemos que aplicando calor y situando a una determinada temperatura durante un tiempo, podemos mejorar la precisión de nuestra munición y obtener una duración mayor de nuestras vainas.

La parte de las vainas a recocer son el hombro y todo el cuello. A todos nos viene a la cabeza ese bonito efecto arco iris que se aprecia en las vainas LAPUA, pues ese mismo efecto podemos conseguir en nuestras vainas, con las consiguientes ventajas para nuestra munición. Cuello y Hombro deben recocerse, aunque en realidad el hombro en esta acción solo ha sufrido el proceso denominado de restauración por el cual la movilidad de los átomos a provocado la disminución de defectos puntuales en el interior de los granos y la eliminación de las tensiones producidas por el trabajo mecánico, el cuello sea Recocido en su totalidad.

Debido básicamente a la distribución del calor desde el cuello al hombro durante el proceso. La rápida cesión de calor entre partes de la vaina nos obliga a vigilar para no someter nunca temperaturas superiores a los 250Cº a la base de la vaina puesto que perdería la dureza ecesaria para contener la deflagración. De recocer esta parte de la vaina, podemos provocar con la consiguiente pérdida de gases por la rotura de esta con los peligros que ello conlleva, importante no recocer más abajo del hombro.

En este punto al aplicar calor hasta imprimir al cuello 350ºC durante media hora este alcanzaría un recocido uniforme por toda la zona en cuestión, el problema es mantener el Cuerpo y base de la vaina lejos de los 270ºC, lo cual puede ser perjudicial. De este método que se podría decir que es perfecto, pero resulta muy costoso técnicamente, pues mantener 30 minutos unas vainas a más de 350ºC sin que el resto pase de 250ºC tiene bastante dificultad. Motivo por el cual todos los sistemas para recarga se basan en precisamente lo contrario a este, es decir antes decíamos poca temperatura y mucho tiempo y ahora todo a la inversa, mucha temperatura aplicada solo unos segundos. Si mantenemos 6..8 segundos a 425ºC los primeros 3 milímetros del cuello o en su defecto todo él, estaremos recociendo, liberando las tensiones y regenerando el material de esa parte de la vaina.

Con ligeras variaciones tanto de tiempo como de temperatura estos son los parámetros básicos para esta labor. Debemos tener en cuenta que superar estos parámetros significativamente tanto en tiempo como en temperatura pueden provocar la descarburación del latón, es decir la ruina de nuestra vainas, puesto que la dureza mínima no estará garantizada con serio riesgo de roturas de la vaina. Lo cierto es que se aprende antes a Descarburar el Latón que ha Recocerlo, cierto es que estropearemos muchas vainas, entes de que seamos efectivos al 100%. De cualquier forma espero que estas líneas allanen el camino a los que se animen a realizar este proceso y dicho se ha de paso que no estropeen tantas como un servidor.

Existen en el mercado del mundo de la recarga e industrial productos que nos ayudaran a aplicar la temperatura justa, son productos químicos con los que se impregna un pequeña marca de esta laca o pintura en la vaina, y cuando el material ha alcanzado la temperatura idónea la marca cambia de color, avisándonos de esta manera que podemos dejar de aplicar calor, es una forma interesante, para no dejar ninguna vaina sin que alcance su temperatura adecuada y también una forma de no pasarnos de temperatura, estos productos se venden en el mercado americano con diferentes rangos de temperatura.

Existe la opción de la luz Apagada que consiste en realizar el calentamiento de las vainas con la luz apagada y cuando el color de la vaina comience por un naranja poco brillante es señal que hemos alcanzado los 400-430Cº, la dificultad reside en dejar de aplicar para no sobrepasar la temperatura máxima y que todas las vainas sean recocidas a la misma temperatura.

Para comenzar a recocer nuestras vainas y antes de gastarnos el dinero en costosas maquinas, antes debemos evaluar nuestras necesidades reales, es decir, hacerlo por alcanzar grupos mas cerrados seguramente nos conducirá a la decepción, puesto que existen otros factores en la recarga que nos ayudaran más que el hecho de recocer las vainas, si deseamos aumentar la vida útil de nuestro latón en ese punto pronto alcanzaremos un alto grado de satisfacción, antes de gastar un euro sería conveniente realizar de forma manual el recocido de varios lotes de munición, alguna solo a titulo de práctica para alcanzar destreza con la temperatura y otros lotes para trabajarla con el fin de realizar las pruebas de agrupación, pues antes de gastarnos dinero podremos de esta forma valorar los resultados, a demás de tener una idea más clara de cómo recocer y de paso poder valorar comodidad, rapidez y seguridad.

La forma más sencilla es utilizando un bandeja metálica, puede servirnos la de Horno de cocina, y un soplete, este sería conveniente que fuese del tipo de Gas combinado, la típica botella amarilla de Castolin pues alcanza un Dardo de llama más manejable y con un temperatura más alta que los típicos de Camping –Gas de propano con boquilla más ancha, estos últimos también pueden servir como comienzo. Colocamos las vainas de pie en línea en la bandeja, estas estarán tal y como salen del arma solo las limpiaremos con el fin de que el calor no deje marcas con la suciedad, después llenaremos de agua la bandeja cubriendo el culote de la vaina y 2 centímetros mas, con el fin de disipar el calor y que no se produzca el revenido del culote.

Después aplicaremos calor con el soplete regulando la llama en un dardo corto y azulado, aplicando este sobre el cuello describiendo movimientos con el fin de repartir el calor uniformemente, con la práctica se adquiere la destreza suficiente para retirar el calor antes que empiece el metal lucir un anaranjado suave por este motivo , hacer el trabajo con poca luz nos permite apreciar este extremo, dependiendo si aportamos mucho calor o poco, el tiempo que necesitaremos es de entre 4 a 8 Segundos.

Con poco tiempo y mucho calor es conveniente después del cambio de color tumbar la vaina sobre el agua con el fin de detener la inercia térmica del material pues de no hacerlo se puede producir descarburación. La relación adecuada tiempo /calor dependerá de la potencia calorífica del Soplete usado, siendo lo más común que el cambio de color sea entre 6 y 8 segundos de aplicación.

El otro método económico es utilizando un base de Aluminio de 30m/m de grosor y de igual medida de alto con un orificio para colocar la vaina, con el fin de que la base de aluminio disipe el calor por contacto, impidiendo que el culote y el cuerpo de la vaina alcancen temperatura que pueda debilitar su constitución, esta base conectada a un pequeño taladro de bricolaje producirá un giro suficiente para que la aplicación del calor sea uniforme, con unos tiempos similares al procedimiento descrito anteriormente.

Después de recocer las vainas debemos desenpistonar y formar el cuello como lo realizamos normalmente, estas vainas una vez disparadas estará con un ajuste óptimo.

Recordar que dependiendo de calibres, con cargas Baja/medias no será necesario volver a realizar este proceso hasta pasados 4-6 cargas, hacerlo en función del esfuerzo mecánico y en función a nuestro calibre/Peso/carga es lo adecuado, Calibres Mágnum, Súper Mágnum y tiradores que someten a sus las vainas a presiones limite pueden necesitar realizar este proceso cada nueva carga, si lo que se pretenden es sacar el máximo partido el latón.

Los Primeros efectos que se aprecian después de disparar vainas que están completamente formadas con este proceso son; la menor resistencia al engarce del proyectil, el proyectil no muestra arañazos ni marcas al colocarlo, así como la ausencia de marcas de gases debajo de la zona recalibrada en el cuello.

ALGUNOS VIDEOS SOBRE EL TEMA:

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El Latón y las Vainas – Parte 1

El Latón y las Vainas – Parte 1

Todos los que recargamos para arma larga no dejamos de buscar nuevas formulas para aumentar la precisión. No siempre lo que es bueno para disciplinas como Benchrest (BR) resultan adecuadas para la F-class y lo mismo sucede con el Long Rarge Huntig (LRH). Por ello no dejamos de aplicar cada nueva mejora que aparece en el mercado a nuestro equipo de recarga.

Algunas de estas nuevas incorporaciones dormirán el sueño de los justos olvidas en algún cajón de nuestra mesa de recarga. Si, es cierto realizamos un buen numero de actuaciones sobre nuestra munición y sus sistemas de carga, limpieza, recalibrado, empistonado y otros muchos aspectos pero… ¿es necesario tan sofisticado proceso de carga para obtener ½ Moa a 1000Yardas? Lo cierto es que la respuesta a estas preguntas no es tan sencilla como puede parecer. En la práctica tanto en USA como UK, lo tienen claro y lo que hacen es buscar la precisión máxima (casi nada) es decir equipos con de menos 1/4MOA de agrupación a 5 disparos sostenidos a 100 yardas.

Proyectar una Bala con esa precisión en una competición de BR no parece muy difícil a tenor por los resultados que obtienen los eruditos de esas competiciones pero hacerlo disparando desde el Suelo sobre un blanco a 1000yardas cambia y mas a mas cuando el tiempo está marcado a 45 segundos por disparo es decir ahora tiras y lo tienes que hacer muy a tu pesar porque puede ser posible que en este momento este entrando un viento que no te convenga y tengas que lidiar con él , esto no ocurre en el BR y LRH.

Dentro de los múltiples trabajos y acciones sobre nuestra munición se encuentra el RECOCIDO DE REGENERACION DE LAS VAINAS, El latón de nuestras vainas es una aleación formada por Cobre y Cinc en un proporción de 67/33 conteniendo además un pequeña parte de Plomo, Estaño o Aluminio en algunos casos, si bien es cierto que cada fabricante dependiendo de sus necesidades técnicas en cuanto se refiere al uso del cartucho tipo o calidad presentan numerosas variaciones en los porcentajes en lo que se refiere al estándar del Latón, con fines tanto económicos como técnicos.

Las Vainas al ser disparadas son sometidas a una gran presión contra las paredes de la recamara y posteriormente al ser recalibradas total o parcial mente también son sometidas a esfuerzo, estos dos cambios de tamaño el producido por la deflagración de la Pólvora a si como el realizado por el Die están imprimiendo en cada ciclo un amento de la Acritud del metal, este aumento de Acritud provocado por las acciones mecánicas antes citadas provoca en las vainas un incremento de la resistencia, una aumento de la dureza y una disminución notable de la ductilidad, en resumen las partes sometidas a estas acciones mecánicas de aumento y reducción de tamaño se han endurecido por Acritud, según el número de veces que sometamos a Disparo/recalibrado y el grado de esfuerzo se producirán dislocaciones en el material en los términos de la estructura del grano.

¿Cómo nos afecta? Una vaina con una dureza superior a la de entrega de fabrica provoca deterioro en el proyectil al ser engarzado puesto que el cobre presente en la mayoría de los proyectiles de competición es más Blando que el Latón de la Vaina que está en ese momento con un dureza Rockell de 60- 82 sin duda le provoca daños al proyectil que afectaran al discurrir por el ánima del cañón, lo ideal es que la zona de engarce ósea medio cuello tenga un dureza de 30 en la escala Rockell de esta manera el cobre del proyectil no es agredido en el momento del engarce, si el cuello de la vaina esta con una dureza superior a lo aconsejado provoca escapes irregulares de gases puesto que su resistencia no le permite el ajuste inmediato sobre la recamara, además si contamos con vainas con un dureza adecuada una vez disparas estarán perfectamente formadas a nuestra recamara con ajuste muy superior a las vainas que han sido disparadas y recalibradas muchas veces y nunca recocidas.

Es necesario tener en cuenta que de disponer de vainas duras y excesivamente usadas a unas vainas que se ajustan perfectamente a nuestra recamara no nos va a permitir dar un salto cualitativo en cuanto a resultados puesto que el impacto de estas cuestiones dentro de todos los factores involucrados en la máxima precisión de un equipo esta parte que ahora nos ocupa hoy es MUY PEQUEÑA por razones por todos conocidas.

Este tratamiento térmico produce un efecto secundario que resulta interesante a todos recargadores, este proceso permite que las vainas tratadas puedan soportar un vida útil hasta 2 y 3 veces superior, la regeneración de las pequeñas dislocaciones estructurales y las roturas mecánicas mayormente no llegan a aparecer si este proceso de se realiza cada 2 recalibrados de cuello, de llegar a parecer son regenerados en este proceso permitiendo mas uso a la vaina ni que decir tiene que dependiendo de lo extremo de la carga y del proceso de recarga podremos disponer de más o menos material para estirar nuestra vaina, a título de ejemplo una vaina del Poderoso 338Lm con cargas máximas realizando este proceso cada 3 recalibrados de cuello alcanza sin problema las 24 cargas, frente a las 8 o 10 habituales, en la misma línea de cargas extremas tiradores Estadounidenses alcanza con facilidad las 35 y 40 cargas en cartuchos de 308W, evidentemente las cargas “Calientes o Extremas” tan avitualles la F-Class 1000 con el 308w y en la caza a larga distancia con el 338LM poco tiene que ver con las cargas más moderadas de Benchrest a 100 y 200 metros donde unas vainas de 6ppc pueden durar 40 disparos sin que se produzca la mas mínima fisura, son casos diferentes.

Si decidimos recocer nuestra vainas mediante el tratamiento térmico de Regeneración si lo hacemos adecuadamente estaremos regenerando la estructura de granos que componen esta aleación atreves de la eliminación de concentraciones de efectos puntuales en el interior de dichos granos esto permite el movimiento de la dislocaciones a posiciones menos enérgicas y por lo tanto obtendremos una diminución de la dureza del material

Todo esto Sucederá en una ventana de aplicación térmica de 260ºC / 315ºC la permanencia y duración a la que se someta a temperaturas superiores provocará la recristianización parte más agresiva del recocido en el cual la movilidad de los átomos es suficiente para afectar a las propiedades mecánicas provocando la creación de nuevos granos libres de tensiones en las regiones afectadas en las que antes había tensión estructural . El hecho de incidir en el plano más puramente físico de este asunto obedece a la necesidad de poder abordar los problemas que nos encontraremos a la hora de realizar el Recocido a nuestras vainas, que no son otros que el peligro de arruinar las vainas con un recocido de aquellas partes que deben permanecer a la dureza de serie o a no saber aplicar en su justa medida el calor provocando la descarburación del material y por lo tanto la perdida de las preciadas vainas.

Ahora conocemos los efectos producidos y como se produce el aumento de acritud en los cascos y tenemos las nociones básicas del método que nos proveerá de la mejora a esta situación pues bien PRONTO SUBIMOS COMO REALIZARLO VOSOTROS MISMOS.

Joaquín Bolsa.

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